La Tercera Via (Sera Intravenosa:sera algo Gay?)
LA TERCERA VIA (¿Será intravenosa; será algo Gay? )
Por: José Manuel González S. Publicado el 5 de mayo del 2000
En una entrevista a Javier Pérez de Cuellar realizada por la televisión de Galicia hace un par de meses, la cual tuve oportunidad de saborear, el Ex-secretario General de la ONU expresaba su preocupación (que más bien parecía "resignación") por la fórmula militar y centralista escogida unánimemente por todos los países del tercer mundo, según fuese el período histórico en cuestión, para salir de sus crisis económicas, sociales, políticas, religiosas, etc, etc, etc. Me perturbó que, aun cuando estaba disertando sobre los países de la península de los Balcanes, hizo referencia al proceso político que se vive en nuestro "brand new" Mar de la Felicidad II, Venezuela, desde que le entregamos la dirección de nuestra nación al megalómano por todos conocido —que no vale la pena ni escribir su nombre en ningún papel, así sea reciclable.
En medio de un análisis certero que hacía JPC acerca de la conducta de los pueblos del tercer mundo, su relación con los países industrializados y la forma de resolver sus problemas internos, me percaté de lo triste que significa (hoy en día) haber nacido en estas latitudes. Y ahora me pregunto: ¿Realmente significa algo para mí: Simón Bolívar?...¿La historia patria me hace sentir que soy parte de algo?...¿Patria...con qué se come eso? Más triste será este relato si les hago saber que, de profesión, soy licenciado en Historia y Geografía de Venezuela. No sé si culpar exclusivamente a nuestro "wannabe" de Maquiavelo de la aversión que ahora siento por los símbolos patrios, los personajes de nuestra historia patria y las ediciones, por demás horrorosas, de la Biblia Latinoamericana. A veces creo que Gabriel García Márquez vino del futuro...de la Venezuela del 2000, y apareció en Colombia hace unas pocas décadas; que lo Real Maravilloso de su obra no es más que un compendio de la prensa nacional de Venezuela desde 1998 en adelante. Otras veces me levanto, leo la prensa, o escucho las noticias en la radio y creo que estoy dentro la Tienda de muñecos de Garmendia, esperando por la muerte de mi padrino...que nunca termina de suceder. ¿Estaré enloqueciendo poco a poco?
Sí, me eduqué en una universidad privada y de mucho prestigio en este país; sí, tuve que trabajar para poder pagar mi carrera; sí, viví en muchas pocilgas para estudiantes en Caracas (porque soy de la provincia); sí, hablo Inglés a la perfección porque me especialicé en Desarrollo del Lenguaje en una universidad gringa; sí, conozco Europa, donde viví por unos meses en dos o tres países. No, no tengo un carro último modelo; no, no nací en ninguna casa lujosa sino en un modestísimo apartamento; no, mis padres no son extranjeros ni tienen fortuna: trabajan desde que tienen uso de razón; Sí! Estoy arrecho porque he llegado a convencerme de que incluso "Stayfree" haría un papel mejor en Miraflores que el redentor nihilista devaluado que ocupa actualmente la silla presidencial. ¿...o debo decir: el trono?
Jamás pensé que me arrepentiría de haber regresado a Venezuela (porque ahora me dan espasmos musculares cuando intento decir: "mi País"); con dolor me confieso uno más de los que va a sentar las bases para que esta nación se convierta realmente en una "nación de emigrantes", como Cuba. Pero díganme: ¿Hay otra solución posible, factible para los profesionales de este país? Y no me salga nadie con el discursito de que: "¡aquí hay tanto que hacer!...", porque tengo 18 años trabajando en este país de mierda donde ahora resulta que lo "in" es ser analfabeta, indigente y "naïve". ¿De cuál tercera vía hablan en Miraflores...será una opción Gay? No por esto voy a invadir un terreno baldío, ni voy a mudarme a un edificio de FOGADE. Me resisto a ser insultado por el "Bozo" que vive en La Casona por haber cometido el gravísimo pecado de estudiar una carrera, en lugar de acariciar una panza cervecera día tras día frente a una licorería; me niego a ser llamado traidor porque decidí estudiar Geografía mundial amparado en el empirismo de Locke y Hume; simplemente no acepto que de la noche a la mañana ya no se premie el esfuerzo y la constancia sino el ocio, la violencia, la intransigencia y la chabacanería.
Yo entiendo que Carmen, la señora que hace empanadas en la taguara frente a la universidad, crea que Friederich Nietzsche es un cantante famosísimo de vallenatos, o que María Callas es una flor que se da sólo en Canoabo, y que Billie Holiday es un hombre, pero eso no me afecta...con ella no tendré jamás ningún tipo de tertulia en el "Big Cup" café de New York; lo que sí me afecta —y me aterra— es que el bachiller "X" a quien tengo sentado dos veces por semana frente a mí en la universidad, escuchando mi cátedra, crea en el hiperuráneo, por demás vulgar, de la igualdad social propuesta por el doble discurso de nuestro Lenin con sombrero de cogollo.
La locura a la que me ha llevado todo este proceso político a lo "Procter & Gamble" me ha hecho acariciar sueños a lo David Lynch, o a lo Pasolini: quisiera poder introducir en las boletas de votación del próximo 28 de Mayo cupones para lobotomías gratis en el hospital universitario para todos aquellos que rellenen el óvalo del Marylin Manson Barinés que desdichadamente ocupa La Casona junto a Juana I "La Loca" y "las Chicas del Can".
Si cada pueblo tiene el gobierno que se merece, entonces me niego a ser parte de este pueblo. Ya ni siquiera quiero ser Cristiano, prefiero pensar que cuando muera iré al Nirvana Budista o a alguno de los Siete Cielos Islámicos. De hecho, siento unos horribles torrentes de líquido biliar que derrama mi hígado cada vez que escucho la acepción "el soberano". Me niego a que me den ni el más insignificante papel de reparto en esta película en tiempo real co-producida por Almodovar, Tarantino y Buñuel: "The Venezuela Jerk Project"... si es que alguna vez hubo un proyecto!
¡Ya no quiero ser Venezolano: me avergüenza! ¿Soy el único?
Mientras tanto me aferraré a la vieja idea, por demás cómoda, de que la solución vendrá del mar y cantaré junto a Puccini y su Madama: "Un bel dì vedremo levarsi un fil di fumo sull'estremo confin del mare e poi la nave appare..."
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